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Nos encontramos en el patio principal del Antiguo Rectorado, el edificio más antiguo de la Universidad. A lo largo de los cuatro siglos de vida universitaria en Córdoba, este mismo edificio fue adaptándose a diferentes usos, es por ello que algunos espacios se transformaron y otros desaparecieron.
Actualmente, aquí se ubica el Museo Histórico UNC, inaugurado en el año 2000 en el marco de la inscripción del sitio «Manzana y Estancias Jesuíticas de Córdoba» a la lista de Patrimonio Mundial de UNESCO. Además, también funcionan otras dependencias universitarias, como la Biblioteca Mayor UNC, el Archivo General e Histórico UNC y oficinas de la Facultad de Derecho UNC. A su vez, existe una conexión interna hacia el oeste con la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales UNC y con la Academia Nacional de Ciencias.
En este recorrido visitaremos las salas que se encuentran en la planta baja.
1 – A. Estatua del Obispo Trejo
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En el centro del patio podemos observar una imponente estatua dedicada al Fray Fernando de Trejo y Sanabria. Fue colocada en el año 1903, diseñada por el escultor Victor de Pol.
En el año 1613, los jesuitas atravesaban dificultades económicas que ponían en riesgo el mantenimiento de su Colegio Máximo en la ciudad de Córdoba. En esta institución se formaban los miembros de la Orden que luego se ordenarían como sacerdotes y se ubicaba aquí mismo ya que Córdoba se había convertido en la capital de una administración jesuítica llamada «Provincia del Paraguay».
Al observar estos problemas, el Obispo Trejo prometió a los jesuitas la donación de una renta anual para que en Córdoba permaneciera su colegio. A su vez, solicitó que no fuera un espacio exclusivo para futuros sacerdotes, sino también para otros miembros de la comunidad que quisieran formarse en latín, arte y teología.
Esta promesa quedó escrita en el testamento que firmó el propio Obispo el 19 de junio de 1613, fecha considerada como fundación de la Universidad. Por ese motivo, el escultor Victor de Pol eligió representarlo de la manera en que lo vemos.
1 – B. Escudo tallado en piedra sapo
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Ubicado sobre el arco que señala el ingreso al Salón de Grados desde el patio, encontramos el escudo de la Universidad. El que tenemos ante nosotros es el más antiguo que se conserva y fue realizado en el periodo jesuítico (1613-1767). Fue esculpido en piedra sapo, un mineral fácil de trabajar presente en las sierras de Córdoba.
Algunos elementos presentes en este símbolo son los siguientes:
– La Corona real.
– Un rollo de pergamino que hace alusión al trabajo intelectual y el estudio.
– El sol en forma de estrella octogonal que representa su forma unidad, verdad, claridad, gracia, majestad, abundancia, riqueza, liberalidad y benevolencia.
– La banda externa ubicada desde la mitad del escudo hacia abajo con la leyenda “Universidad de Córdoba del Tucumán” en referencia a la jurisdicción de la que Córdoba formaba parte.
– Un águila mirando hacia el sol, representa el reinado del intelecto, la enseñanza y la sabiduría.
– Las iniciales jesuitas «IHS»
A pesar del paso del tiempo y de las transformaciones que vivió la Universidad, el escudo sufrió muy pocas modificaciones.
1 – C. Bóvedas de crucería
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A principios del 1700, cuando la Universidad y el Colegio Máximo ya cumplían un siglo de vida, el edificio todavía no estaba finalizado. Un jesuita llamado Carlos Gervasoni escribió en 1729:
«Nuestro Colegio es hermoso, sin embargo parte del mismo permanece en la misma forma, y en ella se habita todavía; parte está construida con ladrillo, pero por carecer de bóveda se llueve por todas partes»
Es por ello que se le encargó a otro hermano de la Orden, Giovanni Andrea Bianchi, la realización de las bóvedas que podemos observar en las galerías. Se las conoce como «bóvedas de crucería», porque está conformada por el cruce, o intersección, de dos bóvedas de cañón apuntado.
Fueron finalizadas aproximadamente en 1742. Podemos afirmar que este trabajo sirvió para finalizar la planta baja del edificio y así darle la forma que mantuvo durante el periodo jesuítico (1613-1767). Habría que esperar casi 150 años más para que se construyeran los pisos superiores.